El diseño como valor agregado

A esta altura del siglo XXI, donde estamos tan bombardeados por publicidades, smartphones, sitios web, pantallas HD, touchscreen… y todo lo referente al diseño no interactivo, como diseño de modas, de interiores, industrial, gráfico… podrán concluir rápidamente que el «diseño» propiamente dicho está presente en todos nuestras tareas cotidianas. Inclusive cuando estando en espacios públicos leemos un menú, buscamos un baño, o vemos un «usted esta aquí».

Habiando dicho esto, y ahora que más o menos te convencí de que el diseño es importante en nuestras vidas… POR QUÉ SE DUDA TANTO EN CONFIAR EN UN DISEÑADOR?

Estoy hablando de un profesional del diseño, cualquier persona que estudió cualquier rama de diseño. Si tenés una empresa, grande, chica, familiar… no importa, la que quieras, por qué seguís dejando para último momento lo referente a la comunicación?

Desde un logo, hasta una tarjeta personal, todo influye en la comunicación de TU negocio, de TU servicio, de lo que VOS ofrecés. Seguramente cuidás tu imagen personal bañándote, afeitándote, perfumándote, vistiéndote, etc, y no sólo para sentirse mejor con uno mismo, sino porque a tus clientes debés transmitirles que están hablando con un profesional.

Qué imagen creen dejar cuando la tarjeta personal la diseñaste vos mismo, porque te bajaste el último Corel?

Trato de llamar a la reflexión, porque siempre estoy viendo cómo se toma tan a la ligera las vías de comunicación.

Hoy leo en Infobrand que el diseño es una de las principales palancas en el fortalecimiento de las Pymes, según una investigación del Centro Metropolitano de Diseño (CMD).

Todavía piensan que hay que ahorrar en diseño?

Presupuestar siendo freelance

Esta etapa de trabajo freelance en la que me embarqué ya se ha extendido por 9 meses. Tiempo durante el cual la vengo pasando muy bien. Sin moverme demasiado, trabajo no me está faltando, lo que es muy bueno. Es por la no falta de trabajo que en este sitio aún no figura mi portfolio con mis últimos trabajos. Esto no quiere decir que si pongo el portfolio online es porque no tengo trabajo, no sean literales. Sólo quiere decir que pude tomarme todo este tiempo para pensar bien cómo quiero que se muestre todo.

Hablando exclusivamente de trabajo freelance, me voy a permitir escribir unas líneas sobre el armado de presupuestos. Tal como dije en el post anterior, guías para ser freelance hay muchisimas, estos posteos no pretenden ser otra cosa que mi visión sobre temas muy puntuales.

Un trabajo freelance empieza por el contacto con el cliente, donde se transmitió una necesidad, y uno puede satisfacerla. Uno empieza entonces a bosquejar en mente varias ideas, de diseño, desarrollo, usabilidad, publicidad, etc. Pero más importante aún, tiempos, costos y equipo de trabajo. Estas obligado a presupuestar, no interesa si sos estudiante y estas leyendo esto porque tenés curiosidad sobre el trabajo freelance, necesitas hacer un presupuesto. Con el correr de los trabajos, los documentos que hago con presupuestos empiezan a ocupar más y más carillas. Los primeros fueron de tres, ahora son 4 o 5… por supuesto que depende del trabajo en sí, ya me van a entender.

Qué items cubro en mis documentos?

Órden de trabajo: suelen ser uno o dos renglones. Muy simple, «Se requiere hacer un sitio web» es perfectamente viable.

Breve detalle: sirve para explayarse en el trabajo. Por ejemplo, si el sitio tendrá administrador, usuarios, carritos, blog, etc. Se intenta nombrar los ítems que habrá (si existe ya un árbol de navegación, va acá), pero no cómo van a funcionar.

Detalle técnico: En este espacio sí se dice como va a funcionar todo lo que se mencionó antes. No hace falta decir detalles de cómo se va a programar o maquetar, pero sí que hará en x lenguaje, o siguiendo estándares, que validará en tales navegadores, etc.

Requerimientos: fácil, que necesitamos que nos dé el cliente para poder hacer todo lo que dijimos que sabemos hacer.

Alcance: es el espacio donde se pone en claro dónde termina mi responsabilidad y empieza la del cliente o la de terceros. Por ejemplo, si preveo que puede existir un problema legal porque el cliente insiste en copiar, este es el espacio en donde pongo de preaviso al cliente. Si el trabajo requiere SEO, suelo aclarar que mi servicio es (precisamente) SEO y no posicionamiento, ya que para primeras posiciones se requiere otro tipo de trabajo.

Tiempo de trabajo: cuánto me va a llevar. Esto va de la mano con algunos puntos de requerimientos y alcances. Entonces, siempre vale la aclaración de que si el cliente no entrega el material, uno también lo hace.

Valor: cuánto cuesta, porcentajes a cobrar, y formas de pago.

Documentación: para hacer un presupuesto, seguro que el cliente nos mostró una web (o lo hicimos nosotros para graficar algo), o nos pasó algún .doc o .jpg, etc. Todo lo que nos haya pasado y que se usó para presupuestar, va acá.

Otras cosas que se pueden añadir pueden las relativas al contrato de terceros, desde fotografías hasta el servidor. Otro punto puede ser sobre la propiedad intelectual.

El que estoy evaluando agregar, pero depende muchísimo del cliente y proyecto, es qué sucede cuando se extiende el período de bocetos de diseño, lo cual va de la mano con que se supone que alguien te contrata no para ejecutar el diseño que él tiene en la cabeza, sino para que uno pueda traducir una necesidad en la mejor resolución visual.

Es un poco más complicado, porque básicamente se trata de decir que la persona idónea soy yo, y no el cliente. Y al menos por ahora, no se me ocurre una forma de decirlo sin que lleve a un malentendido.

Escucho sugerencias…

Si pensabas ser freelance…

… necesitás equipo.

Listas con consejos sobre cómo dedicarse a trabajo freelance, hay muchísimos. Dentro de esos consejos, uno de los puntos dice «no compres equipo nuevo antes de tener clientes». Es una verdad absoluta, concuerdo. PERO me permito corregir algo. Si estás pensando en trabajar freelance porque la relación de dependencia ya no te atrae, entonces, aprovechá los últimos sueldos para equiparte. Si sos estudiante y querés trabajar freelance, entonces tenés que estar preparado para que surjan problemas que se solucionan fácilmente con el equipo adecuado. Paso a explicarme…

Jueves, 15 hs. Mi compu de escritorio (Jazzy), sin ningún tipo de advertencia, se cuelga. De los parlantes se oye un sonido de fritura. Reinicio. Prende todo, monitor en negro, sin señal. No hay ruido ni de conteo de memoria, ni de inicio del sistema. Me suben a la garganta, sobretodo porque pensaba entregar un trabajo antes de las 17hs. Abro gabinete, no hay olor a quemado y está muy sucia. Prendo netbook, y directo a foros. Saco las memorias, prendo, pitidos, pantalla en negro (ok, la memoria anda). Saco placa de video, prendo, todo igual. Llamo a donde la compre, describo lo que sucedio. La tengo que llevar, pero hasta el lunes no pueden verla. Ok. Tengo que sacar la info del disco. La otra computadora que tengo no soporta conexiones SATA. Tengo un disco portátil, que en este caso no me sirve. Pienso. Mercadolibre, busco «cable sata usb». Existen productos que hacen lo que queria, convertir mi disco en un «pendrive». Son las 17:30 hs, voy a Galerías Jardín. Son las 18 hs cuando llego a la galería. El segundo local al que entro tiene lo que necesito. Pago sin importarme que en ML estaba más barato. Otra vez en casa, lo enchufo, anda, saco info, la cargo en la netbook. Me bajan de la garganta. Trabajo, y entrego…

Hoy lunes llevé la máquina, y como a veces sucede, enchufamos y anduvo todo. Increíble. En casa conecté y también anduvo de diez. Cosas que pasan.

No sé cuántos pueden vivir una situación similar, lo cierto es que en su momento compré la netbook (antes de ser freelance) para que llegado el caso pueda laburar en un equipo portátil. Y ya me salvo muchas veces. El disco portátil es una comodidad y una confianza de que nunca voy a quedarme sin espacio, ni en la de escritorio ni en la netbook, y que de cualquier reunión me voy con todos los archivos que necesito. Y el último accesorio que se suma a la familia es el adaptador de discos (SATA, IDE, mini IDE) a USB, cariñosamente apodado «el salvaculos».

Entonces, si querés trabajar freelance, evitá comprar equipo sin tener clientes. Compralo antes de largarte.